¿Por qué escoger un PDE?

Cuando uno está terminando la Universidad se hace esa pregunta difícil de responder: ¿Y ahora qué?

El estudiante tiene que enfrentarse a un momento que marcará su futuro personal y profesional. Mira al mercado, como ya hizo para seleccionar sus estudios universitarios, pero este no le arroja ninguna respuesta clara.

Hasta este momento, el camino parecía bastante sencillo porque había unas opciones claras a elegir: ¿Bachillerado o FP de grado medio? ¿Ciencias o letras? ¿FP de grado superior o Universidad? Por el momento, ‘poco’ más que plantearse.

Después de los cuatro años de grado, lo que desea hacer el estudiante medio es ponerse a trabajar. Es decir, buscar la aplicación práctica a todos los conocimientos que ha ido adquiriendo. Ahora todo es posible y hay muchas más opciones que en las etapas anteriores. Sin embargo, en muchas ocasiones el estudiante no sabe cómo enfrentarse al entorno laboral y siente la necesidad de especializarse en algo más determinado.

Pero, ¿qué pasa si eliges especializarte mientras ya estás en un entorno profesional?

Características del Máster Programa de Desarrollo Ejecutivo, PDE

El ejecutivo de hoy será el directivo de mañana por lo que tiene que exponerse ante ciertas situaciones con soltura y seguridad. Las herramientas que se facilitan en la universidad son una muy buena base para continuar construyendo un futuro brillante, pero es necesario adaptarlo al mundo profesional.

  • Entorno profesional desde el primer momento. A diferencia de lo que ocurre en otros estudios de postgrado, los PDE están centrados en preparar para hoy, pero siempre mirando hacia el futuro. Por ello, se sustituyen las aulas por salas de reuniones que es donde, los ahora alumnos, van a tener que defender y exponer sus ideas en cuanto salgan al mercado laboral. Atrás quedan las últimas filas en las que te podías esconder del profesor.
  • Profesionales de primer nivel. La figura del profesor da un paso más para convertirse en mentor. Los mentores no solo imparten la clase sino que cuentan con una dilatada experiencia que les permite transmitir al alumno no solo la teoría, sino las prácticas y formas del sector con casos prácticos del día a día. Por ello, la frescura en los contenidos, el ritmo frenético y el constante cambio está más presente que nunca.
  • Grupos reducidos. En ISIE creemos en la formación personalizada y, por eso, tenemos clases de máximo 12 alumnos. Estas clases de tan pocas personas favorecen a la mentorización real pues están cara a cara con el directivo que imparte la sesión. El profesor puede ayudar de manera individual a cada uno de los alumnos a fortalecer sus debilidades y potenciar sus fortalezas. Cuanto más personalizada sea la atención durante la sesión, más lo aprovechará el alumno ya que le permite una interacción constante.
  • Formación activa. En un PDE los alumnos van a las sesiones a intervenir y participar y, por ello, deben preparar cada una de las clases previamente para poder enfrentarse a ellas con éxito. Gracias a esto, los alumnos adquieren todas las capacidades trasversales necesarias para poder enfrentarse a una reunión de trabajo de forma exitosa, preparándose previamente antes de reunirse con su jefe (el mentor) y su equipo (sus compañeros).
  • Prácticas en empresa. Para cerrar el círculo de todos los conocimientos adquiridos es imprescindible la experiencia total en una empresa. Por ello, garantizamos las prácticas en entidades durante la segunda parte del máster con el objetivo de que pongan en práctica en una empresa todo aquello que han aprendido en el PDE.

Al final, los Programas de Desarrollo Ejecutivo en Marketing, Finanzas Corporativas o Mercados Financieros son una oportunidad para hoy y siempre. Los apuntes siempre estarán ahí pero el contacto y conocimiento de aquellos que tienen una dilatada experiencia es lo que marca la diferencia.

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